viernes, 18 de julio de 2008

Nuevo juicio de Comunión y Liberación sobre la realidad argentina - Julio 2008

EL FRENO A UN PODER SIN RAZONES ES UN PUEBLO EDUCADO EN LA CONSTRUCTIVIDAD SOCIAL

Las pruebas y dificultades que aparecen en la realidad histórica revelan qué es lo que verdaderamente sostenemos como importante, justo y verdadero. Por lo tanto, revelan nuestro verdadero interés supremo, y son una ocasión para educarnos. No tenemos la pretensión de proponer otra solución técnica al debate sobre el conflicto del campo sino de identificar cuáles son los valores radicales en juego y proponer una forma de vida.
a) La concepción de la persona y el hombre: El hombre tiene valor en sí mismo y no porque es legitimado por las instituciones, por la mayoría o por lo que dice el poder. Cuando se olvida que el hombre es creado por Dios, es normal el riesgo de reducir a la persona a instrumento y esclavo del poder político de turno.
b) La concepción de la sociedad y del Estado: Protagonista de la vida pública es la sociedad, el pueblo (la gente que trabaja, los padres que educan a los hijos, quien tiene el deseo de construir y aportar algo a la sociedad, etc.). La gente, eligiendo a los gobernantes, no les delega este protagonismo por el período del mandato. El bien común no debe ser reemplazado por un proyecto impuesto por el Estado. La legitimidad del ejercicio del gobierno no implica que la sociedad toda deba acatar proyectos que atenten contra la sana, Libre y solidaria construcción social. Es la sociedad, no el gobierno del Estado, la que construye el bien común. La tarea de la función pública es favorecer, custodiar y orientar esta construcción, no sustituirla.
En este sentido proponemos la Doctrina social de la Iglesia que afirma todo esto llamándolo Principio de Subsidiariedad del estado y rechaza toda forma de centralización, de burocratización,de asistencialismo, de presencia injustificada y excesiva del Estado y del aparato publico , ya que interfieren indebidamente en aquello que es responsabilidad de las personas y de las organizaciones menores.
c) Valor y concepción del diálogo: El diálogo no es debilidad; por el contrario, cualquier solución rápida y aparentemente eficaz casi siempre genera violencia. En el diálogo es importante entender los intereses, exigencias en juego y no limitarse a un choque de posiciones, porque así se olvidan las personas concretas y se desconoce cualquier razonabilidad o justicia en reclamos, opiniones o llamados a la revisión de lo actuado, descalificando al interlocutor, pero sin atreverse a confrontar la verdad de estos reclamos. Hacemos nuestro el juicio de los Obispos: "la solución solo puede encaminarse mediante gestos de grandeza y una vigencia aún más plena de las instituciones de la República".
d) El valor de la paz social: Tarea de los gobernantes es buscar la pacificación social, y no insistir en ahondar las diferencias y colocar a todo aquel que no se pliegue al proyecto oficial en la vereda de los enemigos del pueblo.
En este tiempo de confusión, es necesario mirar aquellos lugares donde el pueblo es educado en una pasión por la verdad en libertad, solidario con todo aquel que encontremos en el camino.
Lugares que, teniendo como principal interés la persona concreta, permiten sostener esta esperanza de edificar una casa más habitable para el hombre libre, constructor inclaudicable, en busca de su destino. Necesitamos un Estado que favorezca y reconozca la dignidad de todos los ciudadanos, que no intente suplantarlos en el ejercicio de su libertad creativa.

MOVIMIENTO ECLESIAL COMUNIÓN Y LIBERACIÓN - Julio 2008


1 comentario:

jesús dijo...

Creo que hoy a días de haberse pronunciado el congreso podemos estar tranquilos porque la democracia existe. En referencia al juicio estoy de acuerdo salvo en el rol de las autoridades pues vivimos en un sistema republicano con democracia semi directa ósea que el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de representantes según lo establece nuestra carta magna. El Congreso es la fiel representación de esto donde cada sector de la sociedad esta representado, y cuando elegimos un presidente votamos su modelo, su propuesta, lo cual no siempre implica votar los métodos escogidos, los cuales pueden ser erróneos, pero esto no implica falta de legitimidad. Seguramente este gobierno necesita comprender que el discenso es parte de la democracia, es lo lindo de poder libremente pensar diferente.
Estoy orgulloso de mi país, incluso de un gobierno que hasta último momento defendió lo que consideraba justo, como de la oposición que defendió con todas sus fuerzas la postura antagónica, que finalmente fue de la mayoría según los votos del senado. Hay que aprender y saber reconocer cuando nos equivocamos, rezar para que nuestro señor ilumine a nuestras autoridades en el momento de tomar las decisiones, y que entienda que el pueblo en uno con ideas e intereses diferentes a veces pero la función del estado es cobijarnos a todos como hermanos no suplantando al individuo sino bregando por la comunidad, incentivando, apoyando codo a codo las iniciativas individuales siempre en pos del bienestar general.
Debemos ser sumamente respetuosos de las instituciones, dar el ejemplo para pedir del otro el mismo trato, promover mayor participación social en temas tan importantes como la redistribución de la riqueza obviamente bajo el prisma de la doctrina social de la iglesia y siempre velando por los más débiles que son aquellos que hoy están necesitados de los sectores que cuentan con las posibilidades económicas para hacerlo.
Debemos comprometernos a participar a luchar por un respeto por los derechos de cada uno, derecho a trabajar, a transitar libremente por las rutas de nuestro país, a comerciar, a la seguridad jurídica, a la salud, la libertad religiosa, educación en sí a la dignidad. Dios siempre nos da la oportunidad de mirar al otro con el amor que el nos enseño y caminar la vida viendo no adversarios sino amigos, hermanos que piensan distinto nada mas, disfrutemos la democracia que tanto nos costo tener.